En el tenis, cada elemento juega un papel crucial en nuestro desempeño. Desde la raqueta que elegimos hasta las pelotas con las que jugamos, pasando por las cuerdas que utilizamos y nuestros propios zapatos. Sin embargo, a menudo pasamos por alto uno de los componentes más importantes: el mango o grip. El mango es el punto de contacto entre nosotros y nuestra raqueta. Es la extensión de nuestras manos y, por lo tanto, afecta directamente cómo sentimos el golpe y cuánto control tenemos sobre la pelota. Un agarre deficiente puede generar una mala técnica, incomodidad en las muñecas y codos, e incluso lesiones. Por otro lado, un mango bien elegido puede mejorar significativamente nuestro juego al brindarnos:
Existen diferentes tipos de grips disponibles en el mercado, cada uno con sus propias características y ventajas. Conocerlos te ayudará a elegir el mango perfecto según tus necesidades:
Son la primera capa que aplicamos sobre el mango original de nuestra raqueta. Su función principal es aumentar la absorción del sudor, mejorar el agarre y brindar mayor confort. Generalmente son más finos y se desgastan con facilidad debido al uso constante.
Son la capa que va directamente sobre el mango original de la raqueta. A diferencia del overgrip, este tipo de grip suele ser más grueso y resistente, ofreciendo mayor amortiguación y durabilidad.
Estos grips presentan una superficie rugosa o texturizada en todo o parte de su longitud. Su objetivo es aumentar la fricción entre nuestra mano y la raqueta, lo que mejora el agarre y proporciona mayor control. Son ideales para jugadores que sudan mucho o buscan un agarre más firme.
Estos grips están diseñados para ofrecer un agarre extremadamente firme, incluso en condiciones de humedad extrema o manos sudorosas. Son ideales para jugadores que buscan la máxima precisión y control sobre sus golpes.
Estos grips están hechos con silicona, un material suave y elástico que ofrece una excelente absorción del sudor y reducción de vibraciones. Son ideales para jugadores con problemas en las articulaciones o que buscan mayor confort.
Además del tipo de grip, existen otras características importantes a tener en cuenta al elegir el mango perfecto para tu raqueta:
El grosor del grip afecta directamente la sensación que tenemos al golpear la pelota. Un grip más grueso proporciona mayor amortiguación y un agarre más cómodo, mientras que uno más delgado ofrece un mejor control pero puede ser menos confortable. La mayoría de los jugadores prefieren un grip de entre 2.1mm y 2.5mm de grosor.
El material del grip determina su absorción del sudor, durabilidad y nivel de amortiguación. Los grips más comunes están hechos de caucho natural o sintético, cuero, silicona o una combinación de estos materiales. Cada uno tiene sus propias ventajas y desventajas en cuanto a rendimiento y comodidad.
La textura del grip influye en el agarre que tenemos sobre la raqueta. Los grips más lisos ofrecen un mejor deslizamiento pero son menos seguros, mientras que los grips con mayor relieve o rugosidad brindan un agarre más firme pero pueden resultar incómodos para algunos jugadores.
Aunque no afecta directamente el rendimiento del grip, el color puede ser importante a nivel estético y psicológico. Elige un color que te guste y te motive a jugar, ya sea uno vibrante o discreto. También puedes combinar diferentes colores en el mango para darle un toque personal a tu raqueta.
La reputación de la marca es un indicador importante de la calidad del grip. Las marcas líderes en el mercado suelen ofrecer productos más duraderos y con mejor rendimiento que las opciones genéricas o desconocidas. Algunas marcas populares son Wilson, Head, Babolat, Yonex y Tecnifibre.
Usar grips de calidad puede marcar la diferencia entre un juego mediocre y uno excepcional. Algunos de los beneficios más destacados incluyen: